domingo, 1 de junio de 2014

Érase una vez una niña que se llamaba Caperucita Amarilla.

- ¡No Roja!
-¡AH!, sí, Caperucita Roja. Su mamá la llamó y le dijo: "Escucha Caperucita Verde..."
- ¡Que no, Roja!
- ¡AH!, sí, Roja. "Ve a casa de tía Diomira a llevarle esta piel de patata."
- No: "Ve a casa de la abuelita a llevarle este pastel".
- Bien. La niña se fue al bosque y se encontró a una jirafa.
- ¡Qué lío! Se encontró al lobo, no a una jirafa.
- Y el lobo le preguntó: "Cuántas son seis por ocho?"
- ¡Qué va! El lobo le preguntó: "¿Adónde vas?".
- Tienes razón. Y Caperucita Negra respondió...
- ¡Era Caperucita Roja, Roja, Roja!
- Sí y respondió: "Voy al mercado a comprar salsa de tomate".
- ¡Qué va!: "Voy a casa de la abuelita, que está enferma, pero no recuerdo el camino".
- Exacto. Y el caballo dijo...
- ¿Qué caballo? Era un lobo
- Seguro. Y dijo: "Toma el tranvía número setenta y cinco, baja en la plaza de la Catedral, tuerce a la derecha, y encontrarás tres peldaños y una moneda en el suelo; deja los tres peldaños, recoge la moneda y cómprate un chicle".
- Tú no sabes explicar cuentos en absoluto, abuelo. Los enredas todos. Pero no importa, ¿me compras un chicle?
- Bueno: toma la moneda.
Y el abuelo siguió leyendo el periódico.
de Gianni Rodani

Herramientas para la escritura creativa. 

Lo más importante para el trabajo de la creatividad no es la herramienta sino el planteamiento de la tarea, es lo que propone este autor. 
Gianni Rodani, pedagogo italiano, de padres panaderos, fue criado por una nodriza y con 9 años enviado a vivir con su tía. Permaneció hasta los 14 años en un seminario, obteniendo más tarde una beca para seguir estudiando, aunque siempre quiso ser músico. Se ganó la vida dando clases particulares y cuando Italia entró activamente en la II Guerra Mundial, Rodari fue rechazado por el ejército debido a su mala salud. Continuó con su carrera de maestro hasta que, a través de su vinculación con el Partido Comunista Italiano, comenzó a vivir del periodismo, editando el periódico Cinque Punte y siendo director de L`Ordine Nuovo de Varese. A través de este ejercicio de un periodismo comprometido, Rodari llegó a la literatura. 
Al principio firmó con el seudónimo de Francesco Aricocchi, con el cual publicó una recopilación de leyendas populares, Leyendas de nuestra tierra, y dos cuentos de corte fantástico, El beso y La señorita Bibiana. Posteriormente, siendo cronista del periódico L'Unitá, descubrió su vocación de escritor para niños. Desde entonces publicó más de una veintena de libros entre los que se destacan El libro de las retahílas, Las aventuras de Cipollino, Jip en el televisor, Cuentos por teléfono, Gramática de la fantasía, Cuentos escritos a máquina, Cuentos para jugar, La góndola fantasma, Gelsomino en el país de los mentirosos, Las aventuras de Tonino el invisible, Los enanos de Mantua, Ejercicios de fantasía y Los traspiés de Alicia Paf. En 1970 recibió el máximo galardón al que un escritor para niños puede aspirar, el premio Andersen.

En su obra Gramática de la fantasía, nos propone una manera, revolucionaria para su época, de construir a través de la creatividad y descubrir el potencial que hay en cada uno, para CREAR, IMAGINAR, SOÑAR....  Rodari usa una preciosa metáfora para explicar como funcionan las palabras en nuestro cerebro, "una palabra en nuestro cerebro funciona como el lanzamiento de una piedra a un estanque". Cuando tiramos una piedra a un estanque que está en remanso, la piedra produce una serie de acontecimientos en el universo del estanque, crea ondas en el agua, dichas ondas balancean a un barco de papel, se van desplazando hasta la orilla donde mueven las hierbas. La piedra al irse sumergiendo, desplaza las algas, incomoda a los peces, ... Exactamente igual, funcionan las palabras en nuestro cerebro.A partir de esta idea nos presenta en su libro varias estrategias para trabajar la escritura creativa, entre ellas: 

Palabras inductoras

Consiste en usar un grupo de palabras que no tengan mucho que ver entre si, y a través de ellas construir una historia que las relacione. En los generadores, he decidido usar seis palabras o imágenes como inductoras.

Binomio fantástico

Consiste en dar a los alumnos dos palabras que no tengan ninguna relación entre ellas, generando lo que el llama "binomio fantástico". Mediante dicho binomio debemos de construir una historia. En el libro Rodari, nos recuerda que es fundamental que dichas palabras sean lo más apartadas entre sí. Para ello, recomienda que le pidamos una palabra a un niño y la siguiente a otro sin que haya escuchado la primera.

Cuentos al revés

Lanzar a los alumnos el reto de crear un cuento al revés " Pinocho sin nariz", "Pulgarcito el gigante", ..

Qué pasaría si...

Aquí el reto lo marca el construir la historia a partir de una introducción lo más extraña posible. Por ejemplo, "qué pasaría si al coger el ascensor llego al centro de la tierra...", "qué pasaría si desapareciera el viento...", "qué pasaría si fueran los padres los que tuvieran que ir al colegio..", etc..

Ensalada de Cuentos

Se combinan unos cuentos con otros, mezclando personajes, lugares, acontecimientos…
Por ejemplo: Blancanieves al ir buscar a Pulgarcito se encuentra a lobo de Caperucita...

Inventa el inicio, el final o el resto de la historia.

Les damos a los alumnos el final de una historia y tienen que inventar el resto, etc.

Este es un resumen de algunas de las que plantea; para leer la obra completa en formato pdf, hacer click en el siguiente enlace:

Más información en la edición Nro. 125 de la revista Imaginaria: Revista Imaginaria


“El uso total de 
la palabra para todos, me parece un buen lema, de bello 
sonido democrático. No para que todos sean artistas, sino 
para que nadie sea esclavo.” 
Gianni Rodani